Sobre Pascualina
Pascualina llegó al mundo en 1989. Para entonces, la ilustradora Paulina Mönckeberg ya había realizado dibujos para otras agendas, pero nunca uno que causara tal revuelo: “Pascualina fue un personaje más, con la diferencia que fue tanto el éxito que ya no pude cambiarlo por ningún otro”.
Lo primero fue bautizarla. “Imagínate la cantidad de nombres que podría haberle puesto”, comenta Paulina, quien finalmente se inclinó por Pascualina en honor al papá de la protagonista, apodado Don Pascual Della Calabazza.
En 1990 salió a la venta el primer ejemplar de la agenda, que año a año ha visto crecer su demanda. A todas las ediciones Paulina les guarda especial cariño, por el enorme esfuerzo creativo que demandaron y por la excelente acogida que tuvieron.
En este diario de apuntes íntimos, escribo mis impresiones más profundas sobre mí misma y lo que me rodea. Relato mis contradicciones, mis pensamientos obsesivos, mis deseos románticos y mis excentricidades. Aquí es donde organizo mi caos mental y el laberinto de demonios que todos tenemos dentro.
Considéralo un cuaderno de apuntes, un diario de vida o una agenda. Para mí, es un lugar de confidencias.
Este año inspirado en mis memorias de un viaje por California, donde nada de lo que sucedió fue como yo lo tenía planificado.
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